Agile es una de las metodologías más conocidas de trabajo utilizadas para gestionar proyectos tecnológicos. Se trata de un marco teórico que permite hacer más cortos los tiempos de desarrollo, mejorar los procesos productivos y la calidad del producto final que es entregado al cliente. Para esto se dispone de un diseño secuencial que permite una retroalimentación continua.
El origen de la agilidad
La metodología ágiles surgieron durante los años 90 como una alternativa a los procedimientos formales caracterizados por ser rígidos y normativos. Los métodos ágiles tienen la capacidad de eliminar la incertidumbre al fomentar el Feedback continuo en las etapas iniciales de desarrollo de un producto o servicio, permitiendo conocer con mayor exactitud las necesidades de los clientes.
El Manifiesto Agile es la base sobre la cual se asientan todas las metodologías ágiles que existen. Para el año 1999 Kent Beck publica el libro “Programación extrema explicada, aceptando el cambio”, texto en el que se sientan las bases relacionadas con el concepto de agilidad y la adaptación constante. Entender los principios del manifiesto, simplifica la aplicación del método.
¿Cuáles son los principios del Manifiesto Agile?
- Prioridad en la satisfacción del cliente por medio de la entrega temprana y continua de software con valor.
- Se aceptan cambios en los requisitos, incluso en etapas tardías de desarrollo. Se aprovecha la necesidad de cambios para proporcionar al cliente una ventaja competitiva.
- Se entrega un software funcional frecuentemente en el lapso de tiempo más corto posible.
- Tanto los desarrolladores como los responsables del negocio trabajan juntos a lo largo del proyecto.
- Los proyectos son desarrollados por un equipo de individuos motivados, dentro del entorno apropiado.
- Las conversaciones cara a cara son el método de comunicación más directa y eficiente entre los desarrolladores.
- El progreso del proyecto se mide a través del software funcionando.
- Se promueve un desarrollo sostenido y se debe mantener un ritmo constante de desarrollo de forma sostenida por parte de todo el equipo de colaboradores.
- Se centra la atención en la excelencia técnica y el buen diseño para mejorar la agilidad.
- Es fundamental hacer todo lo más simple posible.
- Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños surgen de un equipo auto-organizado.
- Todo el equipo debe reflexionar sobre las formas más efectivas para desarrollar sus tareas y perfeccionar su comportamiento en relación con el proyecto.
Te mostraremos algunos escenarios que te ayudarán a comprender mejor las ventajas, desventajas y límites de implementar metodologías ágiles a tu negocio.
En búsqueda del Product Market Fit
Cuando lanzamos un nuevo producto o servicio al mercado, el enfoque principal debería ser la resolución de un problema para un determinado grupo de clientes, de forma que estos estén dispuestos a pagar por la solución que se les ofrece. Descubrir eso que le interesa a la gente y que encaja perfectamente en el mercado es un proceso que se denomina Product Market Fit.
El concepto se refiere al proceso de ajustar los productos y servicios a las necesidades del mercado, evaluando la rentabilidad y utilizando procesos de validación para conocer la reacción del público. En este punto, la aplicación de una metodología ágil permitiría mejorar la respuesta al cambio, desarrollando productos capaces de evolucionar de forma rápida y continua.
Conseguir crecimiento empresarial implica que la compañía sea capaz de descubrir el segmento de consumidor ideal para un producto y posteriormente atraviese diferentes etapas de validación a través de pruebas e investigaciones empíricas, con las cuales pueda descubrir información objetiva sobre la calidad real del producto en cuestión.
Iterative Testing
La etapa de pruebas y validación del producto en el mercado es clave dentro del proceso de búsqueda de un Product Market Fit. En escenarios de incertidumbre sobre las necesidades reales de los clientes, es preferible aplicar pruebas de validación que permitan obtener feedback permanente, eliminando tareas innecesarias y optimizando recursos.
El proceso de pruebas iterativas permite que el mismo cliente intervenga en el proceso de desarrollo del producto de manera activa, aportando ideas y opinando sobre el resultado a medida que el proyecto evoluciona. De esta forma es posible centralizar esfuerzos, unificar criterios de actuación, monitorizar resultados y solucionar cualquier problema en tiempo real.
Una metodología ágil sería bastante ventajosa en este proceso, puesto que eliminaría gran parte de las tareas no prioritarias, haciendo que los responsables del proyecto se enfoquen en los resultados, optimizando los recursos para enfocarse en tareas de seguimiento y control, lo cual permitirá que el producto se desarrolle con la capacidad de adaptarse a los cambios.
Pero no todo puede ser ágil
Por supuesto, no todas las empresas se pueden adecuar a metodologías ágiles. Por ejemplo, la NASA no puede construir un cohete y permitir que el mismo presente fallas de desarrollo mientras se encuentre en el espacio, con la vida de un equipo de astronautas en riesgo. Este ejemplo ilustra claramente cuáles son las limitaciones de los métodos ágiles y sus desventajas.
Agilidad no es sinónimo de hacer lo que queramos, se trata de un marco de trabajo que permite la innovación de forma disciplinada, enfocada en la obtención de resultados medibles en el corto plazo a través de la retroalimentación continua por parte del consumidor, lo cual tiene la capacidad de beneficiar tanto a la empresa como al cliente final.
Desde tutenlabs estamos muy orgullosos de ser pioneros en la implementación de metodologías ágiles para proyectos de transformación digital corporativa en Latino América y nos apasiona traspasar estos conocimientos de forma continua. Si estás frustrado con los resultados que han obtenido en tu empresa utilizando metodologías tradicionales o en cascada en proyectos digitales, no dudes en contactarnos y buscaremos la forma de apoyarlos.